"Corte Emocional" Sociedad y Derecho

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  Los padres son quienes juegan el papel más importante en la formación emocional de los hijos.

         La manera en que las personas nos vemos a nosotros mismos, la percepción que guardamos para con nuestra persona (de seguridad, confianza o baja autoestima) tiene su origen en varios factores, pero sobre todo guarda relación directa con la forma en que nuestros padres nos trataron e hicieron sentir en nuestra niñez.

Abandono, soledad, rechazo y humillación son algunos de los sentimientos más determinantes que son ocasionados por la incapacidad de los padres de generar una crianza adecuada a los hijos, los cuales sí o sí, determina la forma de relacionarse con los demás en prácticamente todas las etapas de la vida de esos niños.

Con el tiempo, estos sentimientos negativos, suelen convertirse en situaciones verdaderamente complicadas, en las que el individuo crece con una muy baja autoestima, lo que lo lleva a la dependencia emocional con otras personas, regularmente con progenitores, hermanos y parejas, quienes continúan con el patrón de abuso emocional, muchas veces de manera no consciente, convirtiendo la relación en un círculo vicioso que impide a la víctima desarrollarse, crecer y alcanzar la felicidad.

         En casos extremos, resulta conveniente el llevar a cabo un "corte emocional" con las personas que de manera constante dañan la salud psíquica del individuo.

El concepto de "corte emocional" describe cómo las personas manejan sus problemas emocionales no resueltos con padres, hermanos, parejas, etc., reduciendo o eliminando por completo el contacto emocional con ellos.

Esto no significa necesariamente alejarnos del todo de quienes nos hacen daño, (aunque en algunas ocasiones graves y justificadas la ausencia de la relación es la mejor solución), en la mayoría de lo casos tiene que ver con lograr un "desapego emocional funcional", es decir, cambiar la forma de esa relación dañina por una sana y no dependiente.

Una de las formas para lograr un buen desapego emocional funcional está en la aceptación del cambio permanente de las personas y de las cosas.

Para sanar heridas emocionales es necesario trabajar mucho en uno mismo, reconocer las propias emociones, aceptarlas y validarlas, no reprimirlas o tratar de olvidarlas (lo cual resulta prácticamente imposible de lograr).

Para que un "corte emocional" sea efectivo y sanador, necesitamos empezar por reconocer nuestras emociones sin juzgarlas.

Permitirnos sentir lo que surja, ya sea tristeza, enojo o añoranza.

Para después establecer límites claros con la persona o personas que nos han dañado, así sean nuestros propios padres, hermanos o pareja.

Esto puede implicar limitar el contacto físico incluso en casos graves, evitarlo del todo, para impedir que se presenten los factores desencadenantes de la tristeza, angustia y depresión que suelen ocasionar estos.

Lo cual resulta más desafiante cuando se trata de nuestros padres, hermanos o pareja.

Sin embargo, es por ese mismo y poderoso vínculo emotivo que nos une con la persona que nos hace daño, por lo que surge la necesidad imperante de desapego emocional, pues solo así se puede logar el primordial e importantísimo desarrollo pleno y sano de la persona.

         No debemos cargar piedras que no nos corresponden, culpas de las que no tenemos ninguna responsabilidad. Dejemos caer la carga que llevamos por decisión y vivamos la vida de manera libre, conforme a nuestro personal proyecto de vida, sin remordimiento alguno.

Ese es el verdadero camino a la felicidad y satisfacción plena.

Como siempre un placer saludarlo, esperando que estas pocas palabras hayan sido de su agrado y, sobre todo de utilidad ¡Hasta la próxima!



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