Estrés financiero

De acuerdo al periódico "El Economista", en su edición digital del 29 de junio de este año: "El estrés financiero es un problema que afecta a millones de personas en México, caracterizado por una sensación de angustia y presión ante una situación económica incierta o, como consecuencia de dificultades económicas que generan ansiedad y sensación de vulnerabilidad o escasez".

Para el departamento de educación del gobierno de Australia: "El estrés financiero es la dificultad para cumplir con los compromisos financieros básicos debido a la falta de dinero, aumentando el riesgo de quedarse sin hogar y pudiendo afectar negativamente la salud y el bienestar psicológico de una persona".

En ambas definiciones se destaca el impacto negativo que esta situación genera en la salud mental y emocional de quienes la padecen, generando preocupación, ansiedad, angustia, depresión, baja autoestima, culpa, vergüenza, entre otros estados de ánimo.

Las causas de este padecimiento pueden ser variadas, pero bien podemos agruparlas en dos grandes escenarios: ingresos insuficientes o gastos inesperados. No obstante, en realidad, en la gran mayoría de los casos se debe a la mala relación que guardamos con el dinero.

No se trata solo de no tener dinero, sino de gastar más de lo que se tiene. La falta de una relación equilibrada y sostenible con nuestras finanzas es lo que genera, en mayor medida, dicho estrés financiero.

Siguiendo con lo anterior, resultaría entonces que el origen de este padecimiento no procede necesariamente de la incapacidad de generar ingresos suficientes, sino de la actitud que tenemos para con nuestras finanzas, en la que intencionalmente, pero no del todo consciente, obviamos el hecho de no controlar nuestros gastos.

Por hacer una comparación se podría decir que es similar a las personas que fuman o beben alcohol en exceso, lo hacen a sabiendas de que se dañará su salud, pero por lo pronto, se centran en la sensación de satisfacción que les producen dichas sustancias.

En muchas personas, gastar dinero en caprichos, lujos o diversión, les produce placer, activando la liberación de dopamina, sustancia química que activa las mismas vías de recompensa placentera en nuestro cerebro que se generan cuando disfrutamos de nuestra comida favorita o al tener relaciones sexuales.

Gastar más de lo que se gana eventualmente se traducirá en problemas económicos, que generarán esa espiral de estrés y ansiedad.

Para mejorar nuestra situación financiera y dejar atrás el estrés, es necesario que cada uno de nosotros identifiquemos las razones y motivos que nos han llevado al descontrol de nuestros gastos. Una vez hecho lo anterior, podemos tomar acciones que nos encaminen a lograr la salud financiera y, en consecuencia, eliminar las preocupaciones que la falta de esta ha generado en nuestras vidas.

Como siempre un placer saludarlo, esperando que estas pocas letras hayan sido de su agrado y, sobre todo de utilidad ¡Hasta la próxima!