Independencia Editorial
De un tiempo a la fecha, los medios de comunicación han establecido una clara división entre las áreas comercial y editorial. Si bien es cierto que cada área tiene sus propias funciones y políticas, para el esperado funcionamiento del medio se han establecido reglas que favorecen la interacción entre ambas áreas y sus formas de trabajo.
Las operaciones cotidianas de los medios de comunicación se dan de acuerdo con lo expresado por Juan Luis Manfredi Mayoral, quien señala en su libro Manual de Producción Periodística: "Las tareas en la empresa informativa se han dividido tradicionalmente en redacción, área técnica (taller o emisiones) y administración, pero al ampliar el concepto de empresa informativa la división ha variado".
En relación con el área de soporte comercial de los medios digitales, el autor antes mencionado señala que actualmente ésta es "mucho más que el antiguo departamento de publicidad, que formaba parte de la administración y era el encargado de la segunda venta del producto".
Sobre el funcionamiento de ambas áreas, la comercial y la informativa, señala que éste debe darse "sobre la base de la coordinación y el entendimiento, sin que ninguna de las dos trate de imponer sus criterios sin un previo análisis que permita encontrar equilibrio".
Lo importante es que ambas áreas estén impregnadas de ética, para cuidar uno de los capitales más valiosos de los medios de comunicación: la autonomía informativa, que tiene como principal enemigo la tendencia de algunos medios a la parcialidad, resultado de su tradicional inclinación “hacia los poderes fácticos desde la plataforma de su organización empresarial”, señala Niceto Blázquez Fernández en su libro La nueva ética en los medios de comunicación.
Los periodistas de hoy, salvo lamentables excepciones, han sido capaces de oponerse a los intereses económicos de la empresa informativa para la cual laboran. Sin embargo, últimamente se han dado cuenta de la importancia de abonar también a la parte comercial del medio, pues si a éste le va bien en lo económico, le irá igualmente bien al personal que en él labora.
Esto último tiene que ver también con la ética, señala Blázquez Fernández, quien es claro al señalar que “una buena economía es el pilar sobre el que descansa la independencia de la prensa”. Y añade: “quien trabaja en un periódico tiene el deber también de ganar dinero para él mismo. El ganar dinero es también un deber ético para la empresa informativa”.
Al referirse al tema como una cuestión de dignidad y profesionalidad, el autor antes mencionado añade: “La empresa informativa tiene el deber ético de ganar por lo menos el dinero necesario para asegurar su propia existencia y la posibilidad de que sus miembros se dediquen prioritariamente al quehacer informativo, dejando a un lado otros intereses incompatibles”.
Enrique Villalobos se refiere también al tema en su libro El derecho a la información, en donde explica: “Sin los ingresos que genera la publicidad no habría periódicos, revistas, radioperiódicos y telenoticieros, ni verdadera independencia informativa. La publicidad es la sangre que lleva oxígeno por el organismo de cada medio”.
Como se sabe, en el área informativa de las empresas periodísticas laboran editores, periodistas y fotógrafos, dedicados a informar con oportunidad, veracidad, eficiencia e imparcialidad sobre el diario acontecer.
Es en esta área en la que se trabaja la agenda informativa del medio, que es la selección de los temas que forman parte de sus contenidos. Esta agenda se construye a partir de los criterios con los que desde una sala de redacción se considera qué es noticia y qué no lo es.
Asimismo, se asignan las pautas por parte del editor, jerarquizando qué información de la jornada es la que debe cubrirse mediáticamente por su importancia. Una vez asignada la pauta, el periodista debe investigar los hechos con rigor y exactitud, llevando a cabo una interpretación honesta de los mismos.
No es honesto escribir para investigar, sino investigar para escribir.
El área administrativa, por su parte, lleva a cabo tareas comerciales en beneficio económico de la empresa mediática: publicidad, promoción, contabilidad, relaciones públicas, edición, compras y suministros, informática, etcétera.
Trabajan en dicho departamento camarógrafos, fotógrafos, ilustradores, editores de video e imagen, diseñadores gráficos, secretarias, publicistas, relacionistas públicos, etcétera.
Las políticas comercial e informativa del medio son ese conjunto de criterios y principios que guían a la empresa mediática a la hora de vender e informar, así como en las relaciones con las audiencias y clientes.
La observancia de los códigos de ética de los medios es muy importante para que los periodistas cumplan sus actividades informativas con responsabilidad social, y para que las acciones comerciales del medio no comprometan la independencia editorial del mismo frente a los poderes políticos, empresariales y religiosos, así como frente a los conflictos de interés y las presiones de todo tipo.
Twitter: @armayacastro