La heteronimia
Hablar de heteronimia nos remite inmediatamente a Fernando Pessoa, el poeta
portugués que escribió con varios heterónimos, puede decirse que creo una nueva
escuela que ha provocado enorme interés en su literatura y en su persona. A
menudo se confunde la heteronimia con la seudonimia, sin embargo no son lo
mismo. Escribir con seudónimos es simplemente escribir con un nombre distinto
como es el caso de Pablo Neruda cuyo verdadero nombre era Neftalí Reyes y
escribir con heterónimos es sentir y pensar como una persona diferente.
¿Ezquizofrenia? ¿Personalidad dividida? Es posible que en el caso de Pessoa sí
haya sido esto, pero indudablemente que escribir de esa manera supone un
ejercicio descomunal de atención, de despersonalización para crear una
mentalidad y una sensibilidad distinta y variada. Fernando Pessoa, Alberto
Caeiro, Antonio Mora Ricardo Reis, Álvaro de Campos, Bernardo Soares,
Gervasio Guedes, Jean Seul y L Guerreiro, son la misma persona. Poesía,
sociopolítica, novela y todos los ámbitos del trabajo intelectual aborda el escritor
portugués con sus por lo menos diez heterónimos.
La Heteronimia de Pessoa ha sido analizada hasta por psicólogos que la atribuyen
a una infancia desgraciada, como tantas infancias desgraciadas hay en el mundo.
Pessoa la sublimiza de esa peculiar manera y es pues que esta forma de hacer
literatura podría tomarse como una especie de salvavidas para enfrentar sus
miedos, angustias y ansiedades,
Muchos seres humanos albergamos personalidades contradictorias que se
enfrentan diariamente entre sí y nos provocan confusión. Salvados y felices
aquéllos que están libres de estos demonios internos y viven una vida tranquila sin
nada que los agite o que los angustie. Se dice que son los artistas los que
transitan por las emociones y las pasiones exacerbadas, yo creo que no es así,
sino que precisamente
son los artistas los que logan sublimar esas pasiones a través de arte mismo.
La heteronimia de Pessoa manifiesta el equilibrio de los sentimientos y
pensamientos que eran tantos y tan diversos que requerían incluso estilos
distintos para manifestarse literariamente. Maneja la ironía de manera magistral y
es quizás una burla al lector que se cree literalmente el significado de las palabras.
Leerlo requiere estar preparado para entender siempre el subjetivismo que se
disfraza en el más descarnado realismo.
A Pessoa se le ha dado su lugar en la literatura universal, Ciudadano de lo
imaginario le llamó alguien, su lectura es fascinante y embriagadora y por
supuesto pareciera que estamos leyendo a escritores completamente distintos.
Creo que la heteronimia de Pessoa es una búsqueda humana de la verdad. La
verdad no existe, sólo hay versiones delimitadas y percepciones personales y
Pessoa con su obra,nos da un permiso tácito para aceptarnos como somos, con
pensamientos distintos, contradictorios y a veces diametralmente opuestos.
Liberemos a nuestro Pessoa interior, a nuestros heterónimos que escondidos nos
provocan angustia puesto que socialmente se exige congruencia, esta palabra que
requiere para mantenerla una gran dosis de frustración y de simulación porque no
ser congruente es casi sinónimo de inmadurez. No lo creo así. La búsqueda del
acercamiento a lo más certero, a lo más auténtico, incluso a lo más justo, es a
través de caminos oscuros, confusos que nos hacen ir y venir, regresar, desandar
lo andado y a veces con suerte, avanzar.
De Pessoa les dejo este poema: “No siempre soy igual en lo que digo o
escribo, el color de las flores es el mismo al sol que cuando pasa una nube,
por eso cuando parezca que me contradigo, es que a veces volteo a la
derecha, a veces a la izquierda, pero siempre soy yo, apoyado sobre los
mismos pies¨”
vivelyendo.normabustamante@gmail.com