Nombre de la mujer
El hecho de que en algunos documentos las mujeres casadas o viudas utilicen el apellido de su cónyuge no implica desconocer que se trata de la misma persona para efectos legales.
Así se resolvió y asentó en las tesis relevantes con número de registros digitales 2026362 y 2026363, publicadas en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta el 28 de abril de 2023.
En ambas tesis se analizó la legitimación en juicio de una mujer viuda que usaba el apellido de su difunto esposo previo el vocablo y preposición "viuda de", en las que el Juez de Distrito del caso resolvió que no quedó acreditada la identidad de esta, no obstante que tanto en las demandas de amparo como en sus anexos se apreciaban los nombres correctos, pues en algunos documentos sus apellidos tenían el vocablo y preposición "viuda de" seguidos de los apellidos de sus cónyuges y en otros no.
El Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito determinó que el hecho de que una mujer utilice en algunos documentos como parte de su nombre el apellido de su cónyuge finado (viuda de), no implica desconocer que se trata de la misma persona, dado que la utilización del nombre de casada o viuda si bien no está contemplado por las leyes civiles ha sido una práctica cultural y social arraigada en el sistema patriarcal en el que se vivía.
Este sistema patriarcal proviene de un orden social basado en la división sexual del trabajo y en un conjunto de acciones y relaciones estructuradas de subordinación de un género sobre el otro, en el que el grupo de las mujeres históricamente se había encontrado sometido al de los hombres.
Sistema que se manifiesta, entre otras formas, a través de la composición del nombre, particularmente con la pérdida del segundo apellido de la mujer casada, quien lo sustituía con la preposición "de" seguido del apellido de su cónyuge, como si fuera una propiedad de aquel.
El orden y uso tradicional de los apellidos ha denotado una posición de dominación y de pertenencia de la mujer y sus descendientes al linaje de su cónyuge, que al privilegiar el apellido paterno perseguía que se mantuviera el sistema patriarcal sobre un sistema igualitario como parte de las prácticas sociales discriminatorias de la época en contra de la mujer, así como la subordinación inaceptable desde el derecho a la igualdad de género reconocido en los artículos 4º de la Constitución Federal, 1º de la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, 3º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 1º de la Convención Americana sobre Derechos Humanos de manera general y, específicamente el 6º de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer "Convención Belém do Pará".
De acuerdo con la nueva concepción de los derechos humanos y en cuanto a la protección de los derechos de la mujer, debe transitarse hacia la igualdad en todos los ámbitos de manera que por lo que hace al nombre implica no hacer referencia al nombre de casada o viuda, en tanto que constituye perpetuar el sistema patriarcal y un lenguaje sexista.
De ahí que se considere que cuando en distintos documentos se haga referencia a una mujer por "el nombre de casada o viuda" y existen elementos suficientes para advertir el nombre con el cual fue registrada oficialmente, debe considerarse que se trata de la misma persona, puesto que resolver lo contrario sería reforzar los estereotipos que prevalecieron a lo largo de la historia que mantuvieron a la mujer sometida al sistema patriarcal, lo que va en contra del derecho humano a la igualdad previsto en el al artículo 1º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual prohíbe toda forma de discriminación. Por lo que desconocer la identidad de la mujer por el hecho de que utilice la frase "viuda de", seguida del apellido de su cónyuge fallecido implicaría la validación de una práctica social que fomentó la dominación del hombre sobre la mujer.
Estos criterios relevantes vienen a reforzar de manera puntual los derechos a la igualdad e identidad de la mujer lo cual sin duda repercute en un mejor y superior respeto al Estado de Derecho.
Como siempre un placer saludarlo esperando que estas pocas letras hayan sido de su agrado y, sobre todo de utilidad ¡Hasta la próxima!