Pre-eclampsia, Una de las causas más importantes de mortalidad materna.
El diagnóstico de pre-eclampsia se realiza cuando se presenta: presión arterial elevada,
edema de extremidades o cara, así como la presencia de proteína en la orina. Es una
condición que ocurre solamente en el embarazo y se presenta después de la semana veinte
de gestación.
Los síntomas son: presión arterial >140/90 mmHg, proteínas en la orina, hinchazón de
extremidades, dolor de cabeza y abdominal, en casos severos dificultad para respirar,
visión borrosa, náuseas, vómito, confusión mental, sensación de destellos intermitentes,
retención de líquidos. Estos síntomas pueden ser variados, o presentar solo algunos.
La pre-eclampsia ocurre en 10-15% de las mujeres embarazadas y que puede generar
complicaciones tan devastadoras cuando se retrasa el diagnóstico o tratamiento, lo que
conduce a consecuencias muy graves y hasta mortales para las mujeres y sus bebés antes,
durante y después del nacimiento.
Por ello esta condición forma parte de los “Tres Jinetes del Apocalipsis” las principales
causas de muerte materna calculada en un 31.3 defunciones por cada 100 mil nacimientos,
la Hemorragia obstétrica que ocupa el 27.1%, Pre-eclampsia 25.6% y Sepsis Puerperal
15%. La pre-eclampsia debe detectarse y tratarse adecuadamente antes de la aparición de
eclampsia (convulsiones) u otras complicaciones potencialmente mortales. La pre-
eclampsia también se puede presentar después de dar a luz a su bebé, casi siempre dentro
de las siguientes 48 horas. Esto se denomina pre-eclampsia posparto.
La causa exacta no se sabe, por eso también se le conoce como la enfermedad de las
teorías, se ha considerado que la placenta produce una toxina por lo que también se le
denomina Toxemia. · Trastornos autoinmunitarios (Un trastorno autoinmunitario ocurre
cuando el sistema inmunitario ataca y destruye tejido corporal sano por error)
· Problemas vasculares
· Dieta, genes, genes.
Los factores de riesgo para esta afección incluyen:
· Primer embarazo, Antecedentes de pre-eclampsia, Embarazos múltiples (gemelos o más),
Antecedentes familiares de pre-eclampsia, Obesidad, Edad mayor a 35 años, ser
afroamericana, Antecedentes de diabetes, presión arterial alta o enfermedad renal.
Complicaciones
Mientras más grave sea la pre-eclampsia y más temprano se presente en el embarazo, los
riesgos para la madre y él bebe serán mayores. Puede requerir que
se le induzca trabajo de parto. Puede ser necesaria una cesárea en caso de afecciones
clínicas u obstétricas que requieran un nacimiento rápido. Tu Médico te ayudará a decidir
la vía de nacimiento es adecuado dependiendo tu condición.
La pre-eclampsia va a presentar las siguientes complicaciones:
Afectacion en el crecimiento fetal. Se afectan las arterias que suministran sangre a la
placenta. Si la placenta no recibe la cantidad suficiente de sangre, el bebé puede recibir un
nivel menor de sangre y oxígeno, y menos nutrientes. Esto puede ocasionar un crecimiento
lento, conocido como “restricción del crecimiento fetal”, bajo peso al nacer o parto
prematuro.
Parto prematuro. Si tienes pre-eclampsia grave, es posible que sea necesario adelantar el
parto para no exponer tu vida y la de tu bebe. Si el bebé nace prematuro, puede ser que
tenga problemas respiratorios o de otro tipo.
Desprendimiento placentario. La pre-eclampsia aumenta el riesgo de tener
desprendimiento de la placenta, un trastorno que consiste en la separación de la placenta
de la pared interior del útero antes del parto. Un desprendimiento grave puede ocasionar
un sangrado intenso, que puede poner en riesgo tu vida y la de tu bebé.
Síndrome de HELLP. El síndrome de HELLP, cuyas siglas significan hemólisis (la
destrucción de los glóbulos rojos), aumento de enzimas hepáticas y recuento bajo de
plaquetas, es una forma más grave de la pre-eclampsia, y puede poner en riesgo
rápidamente tu vida y la de tu bebé.
Los síntomas del síndrome de HELLP incluyen náuseas y vómitos, dolores de cabeza, y
dolor en la parte superior derecha del abdomen. El síndrome de HELLP es particularmente
peligroso porque implica daños a varios sistemas de órganos. En ocasiones, puede
manifestarse repentinamente, incluso antes de que se detecte la presión arterial alta, o sin
ningún síntoma en absoluto.
Eclampsia. Si la pre-eclampsia no se controla, es posible que se desarrolle una eclampsia,
que es, en esencia, una pre-eclampsia con convulsiones. Es muy difícil predecir qué
pacientes tendrán una pre-eclampsia lo suficientemente grave para convertirse en
eclampsia.
Daño a otros órganos. La pre-eclampsia puede dañar los riñones, el hígado, los pulmones,
el corazón o los ojos, y puede causar un accidente cerebrovascular u otra lesión cerebral.
La cantidad de lesiones causadas a otros órganos depende de la gravedad de la
preeclampsia.
Prevención
La pre-eclampsia es un tema de investigación, pero hasta ahora no han surgido estrategias
claras
No obstante, en ciertos casos, puedes reducir tu riesgo de tener pre-eclampsia con lo
siguiente:
Es importante que no tomes ningún medicamento, vitamina o suplemento sin antes
consultar con tu médico.
Previo a embarazarte, especialmente si has tenido pre-eclampsia anteriormente, es
importante estar lo más saludable posible. Baja de peso si lo necesitas y asegúrate de que
tus otras enfermedades, como la diabetes, estén bien controladas.
Una vez embarazada, cuida de ti y tú bebe con atención prenatal periódica. Si la pre-
eclampsia se detecta temprano, se podrá prevenir complicaciones y tomar las mejores
decisiones para ti y tu bebé. Así lograrás llevar a tú bebé sano a casa.