3 errores que les cuestan millones a las empresas al hacer pagos al extranjero
La validación incorrecta de cuentas y el incumplimiento normativo en pagos internacionales pueden generar grandes pérdidas económicas y afectar la competitividad de las empresas.

Los pagos al extranjero, cuando no se realizan de forma adecuada, son una causa crítica de pérdidas económicas para las empresas, particularmente en un entorno donde la velocidad, la trazabilidad y la seguridad en las transacciones son factores esenciales para mantenerse competitivas.
Retrasos en la validación de cuentas, errores en la identificación de beneficiarios o el incumplimiento de normativas internacionales son algunos de los problemas más comunes. A nivel macroeconómico, estos entorpecen el flujo de capitales y obstaculizan el comercio exterior; para las compañías, pueden traducirse en pérdida de contratos, sanciones regulatorias y el deterioro de relaciones comerciales.
"Un error en un pago internacional no solo retrasa el flujo de caja, puede afectar toda la operación y hacer que la empresa replantee su estrategia a futuro. Hoy en día, apoyarse en la tecnología ya no es opcional: es lo que permite que cada pago se realice de forma segura, rápida y cumpliendo con las normativa vigente", afirma Federico Javin, Director General de Conduit en Latinoamérica.
Cuando equivocarse cuesta caro
En este contexto, Conduit identifica tres errores frecuentes que pueden tener un alto costo financiero, operativo y reputacional para las empresas:
Subestimar la complejidad en la verificación de cuentas bancarias
Uno de los errores más comunes es no anticipar la complejidad del proceso de alta de cuentas bancarias, ya sean propias, de clientes o de proveedores en el extranjero. Aunque puede parecer un trámite rutinario, involucra múltiples validaciones que, si no se gestionan, generan demoras significativas.
"Un error en esta etapa puede detener la cadena de suministro, provocar incumplimientos y disparar los costos logísticos. Además, manda una mala señal a socios e inversionistas internacionales", señala Javin.
Operar con procesos manuales y sin trazabilidad
La eficiencia, la visibilidad y el cumplimiento regulatorio son prioritarios; ante eso, seguir operando con procesos manuales representa un riesgo operacional. Formularios físicos, cadenas de mails y validaciones internas no estandarizadas dificultan la identificación de errores en tiempo real, incrementan la exposición a fraudes y reducen el control sobre el flujo de fondos.
"La falta de automatización no sólo retrasa las transacciones y eleva los costos administrativos. También incrementa la exposición al fraude, el riesgo de sanciones regulatorias, pérdidas económicas y daños reputacionales", advierte el directivo.
Ignorar las retenciones y las políticas de compliance
Cada transacción internacional en divisas como dólar o euro atraviesa filtros de cumplimiento normativo. Ignorar estos requerimientos es subestimar una parte esencial del proceso. Las instituciones financieras deben aplicar medidas para prevenir el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo, lo que puede derivar en la retención temporal de fondos.
"Considerar los requisitos de compliance desde el inicio no es opcional. Hoy, gracias a la tecnología, este proceso puede ser ágil, automatizado y más preciso que nunca", puntualiza el Director General de Conduit en Latinoamérica.
Evitar estas fallas es posible
La clave para prevenir estas fallas está en la implementación de tecnología que agiliza procesos, fortalece el cumplimiento normativo y refuerza la trazabilidad en cada etapa de la transacción.
"Actualmente, es posible monitorear todo el ciclo de un pago, asegurando que cada transferencia cumpla con las reglas del país de destino. Eso no solo hace la operación más eficiente; también se convierte en una ventaja real para las empresas que compiten en mercados internacionales", concluye el Director General de Conduit en Latinoamérica.



