Una tajada de sandía que cambió la historia de Panamá
El 15 de abril de 1856, un conflicto callejero dio paso a una invasión estadounidense y marcó el inicio de su influencia militar en la región.

Lo que comenzó como una discusión por una tajada de sandía terminó en una batalla campal entre panameños y ciudadanos estadounidenses en la ciudad de Panamá, dejando varios muertos y heridos, y desatando una crisis diplomática con graves consecuencias para la región.
El incidente ocurrió cuando Jack Olivier, un ciudadano estadounidense, se negó a pagar cinco centavos por una tajada de sandía al vendedor local José Manuel Luna. Tras un intercambio de insultos, Olivier desenfundó un revólver, lo que provocó una pelea que rápidamente escaló. Vecinos armados con machetes se sumaron al enfrentamiento, que derivó en un conflicto abierto entre locales y residentes estadounidenses.
Los hechos, conocidos como El Incidente de la Tajada de Sandía, tuvieron fuertes repercusiones para la entonces República de la Nueva Granada (actuales Colombia y Panamá). En septiembre de ese mismo año, Estados Unidos invadió Panamá alegando la necesidad de proteger el estratégico ferrocarril transístmico, vital para el flujo de personas y mercancías durante la Fiebre del Oro en California.
Washington exigió duras condiciones para evitar una ocupación permanente: la cesión de varias islas en la bahía de Panamá como bases navales, el traspaso de los derechos sobre el ferrocarril y el pago de una indemnización de más de 400 mil dólares en oro.
El incidente marcó el inicio de una larga serie de intervenciones militares de Estados Unidos en el istmo, que culminarían décadas más tarde con el control del Canal de Panamá.