El Curandero entra al Top 100 Bares de México

Para Randall Alfonso Ramírez, cofundador de El Curandero, este reconocimiento tiene un valor especial

El Curandero entra al Top 100 Bares de México
Por: EL MEXICANO | 10/09/2025

Huele a vainilla recién cortada y maracuyá madura. La damiana, con su perfume especiado, se cuela entre los destilados que se sirven en la barra, mientras las manos expertas preparan cócteles que más que bebidas son rituales que sanan. 

Así es El Curandero, un bar que, con insumos locales, herbolaria y una curaduría de destilados 100% mexicanos, se ha ganado un lugar en el Top 100 Bares de México de los Shaker Awards 2025, organizados por Shaker Room. Estos premios reconocen calidad, autenticidad y aportación cultural. 

Para Randall Alfonso Ramírez, cofundador de El Curandero, este reconocimiento tiene un valor especial, "por su fondo y lo que significa que sea la propia industria quien reconoce que más que un lugar, el nuestro, es una propuesta con sentido que celebra la mexicanidad".  

Raíces, aromas y memorias

No es un sitio más donde ir a beber en Querétaro, es un homenaje vivo a una herencia familiar tejida con magia y conexión profunda con la naturaleza. Su nombre está inspirado en el tío abuelo del también cofundador Jonatan Germán Barranco Vera, Jon para los amigos, un curandero y granicero —título reservado para quienes sobrevivían a un rayo y bailaban para proteger la milpa del granizo— que dedicó su vida a sanar a las personas con plantas medicinales.

Un legado que se puede saborear en creaciones a base de sotol, guarapo, mezcal, cerveza, brandy y whisky, por mencionar algunos, que al mezclarse con hierbas y frutas despiertan sentidos y recuerdos. Hay tragos que saben a la cena en casa del abuelo, con tostadas doradas y el toque ácido y cremoso del jocoque; otros evocan el aire limpio de la montaña, ese que despeja la mente y parece detener el tiempo.

"Hemos construido un espacio para quienes buscan sanar el alma y el corazón a través de pócimas y brebajes", cuenta Jon. Aquí, cada copa trasciende lo efímero de una bebida y es un puente vivo hacia aromas, memorias y raíces que siguen latiendo en el presente.

Sanar el corazón y el alma

Visitar este lugar es aceptar una invitación a sanar. Esa filosofía se refleja en su carta, donde cada cóctel es un relato líquido: el Mauricio Garcés equilibra la acidez tropical del maracuyá con la suavidad de la vainilla de Papantla, mientras la charanda y la cerveza aportan carácter y frescura; el Ojo de Venado entrelaza raicilla con fresas de Irapuato y jocoque; y el Itzel sorprende con un licor herbolario de damiana que deja un bouquet aromático imposible de olvidar. 

Cada sorbo es, al mismo tiempo, una declaración de orgullo y un homenaje de sus creadores a la memoria de sus ancestros: un recordatorio de que una bebida también puede sanar.

Agradecidos y orgullosos por su inclusión en el Top, Jon y Randall nos abren las puertas de El Curandero, un refugio donde cada trago es el inicio de un viaje íntimo, uno que sana el alma, enciende la memoria y celebra la alegría de estar vivos.

Short Link:


MÁS SOBRE Nacional